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La cultura organizacional y su importancia

La cultura organizacional son aquellas reglas y valores por los que se rige una empresa. Estos principios influyen directamente en los ideales de la compañía y en cómo los colaboradores se relacionan con ellos.

Esta estructura refleja la identidad de la empresa e involucra al ámbito interno, como las políticas del negocio; y el externo, con las relaciones entre los empleados y la visión que tienen de su trabajo.

¿Por qué es importante mantener una buena cultura organizacional?

La cultura organizacional es una estructura sistemática que representa un conjunto de hábitos, tradiciones, valores y actitudes permitidas en una empresa. Esta debe ser coherente, hacer que el trabajadores se sienta identificado con ella para que pueda seguir las normas de la empresa sin problemas.

Cada empresa tiene su propia personalidad que define su forma de ser y de actuar en el mercado y los consumidores de sus productos o servicios. Esta imagen debe estar alineada con la estrategia del negocio, pues tiene un alto impacto en la productividad, la motivación y las metas dentro de la organización.

Es importante contar con valores con los que se representan los trabajadores y con normas bien definidas que promuevan actitudes positivas. Esto permitirá crear una identificación con la marca, un mejor clima laboral y el desarrollo de mejores estrategias para trabajar en equipo, convirtiendo a la cultura organizacional, en un pilar que promueve la productividad en los empleados.

¿Cuántos tipos de cultura organizacional existen?

De acuerdo con Roger Harrison, en su investigación “Conozca la forma de ser de su organización”, existen principalmente, cuatro tipos de cultura organizacional.

  • Orientación hacia el poder

La seguridad contra las carencias económicas, políticas y psicológicas dependen del autócrata. Tiene bajas oportunidades para generar un compromiso voluntario en los objetivos y en las oportunidades para el desarrollo y realización propios, a menos que se esté en una posición elevada de poder para determinar los objetivos organizativos.

Sin embargo, tiene alta respuesta eficaz ante los peligros y amenazas del entorno y la integración interna coordinación del esfuerzo viene desde arriba.

  • Orientación hacia la función

Asegura por la ley, costumbres y procedimientos la seguridad contra las carencias económicas, políticas y psicológicas. Puede tener un bajo compromiso voluntario, aunque se esté en una posición elevada y cuenta con objetivos de la organización rígidos y actividades estrechamente predeterminadas.

Además, la organización puede ser lenta al movilizarse contra las amenazas y al cambiar los procedimientos programados, ya que los canales de comunicación se sobrecargan. Piensa en un sistema racional de trabajo cuidadosamente planeado.

  • Orientación hacia el trabajo

La carencia psicológica puede darse cuando las contribuciones del individuo son redundantes. Tiene altas oportunidades para el compromiso voluntario, ya que una base importante es la relación del trabajador con la organización.

Puede tener una respuesta lenta ante los peligros y amenazas del entorno, pero origina respuestas competentes. Tiene una asignación flexible de los recursos y los cortos canales de comunicación facilitan la adaptación y la gestión rápida y eficaz a los cambios del entorno. Además, tiene una integración por objetivo común, con una estructura flexible que puede dificultar la coordinación.

  • Orientación hacia la persona

El bienestar individual es el principal interés, además tiene altas oportunidades de generar compromiso voluntario, solo si el trabajador es capaz de crear sus propias metas. Las metas de la organización son determinadas por las metas de los trabajadores.

Sin embargo, la organización puede ser lenta para captar las amenazas y también para movilizarse contra ellas. Puede tener una respuesta errática ante la asignación de recursos a los problemas, pues depende en gran parte de los intereses y necesidades personales. Tiende a tener problemas para alcanzar objetivos comunes y las actividades pueden cambiar constantemente.

Ahora que conoces cuál es la importancia de la cultura organizacional y cuáles son los principales tipos, pregúntate:

¿Qué tipo de cultura organizacional tengo en mi empresa? ¿Se adecua a mis necesidades?

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